¿Por qué sufrimos? ¿Por qué comprendemos el sufrimiento como algo negativo, malo y no deseado? ¿Por qué deseamos cosas buenas y no deseamos sufrir? ¿Por qué deseamos lo bueno y no lo malo?
Fuimos hechos, diseñados y creados para vivir en una comunión perfecta con Dios. Dios es el dador de toda buena dádiva y todo don perfecto (Santiago 1:17). Es el Dios de toda bondad y es amor (1 Juan 4:8). Fuimos creados para Dios (Efesios 2:10), y ese es nuestro estado deseado: un estado que solo tiene bien y plenitud (Efesios 1:23).
Pero el pecado entró en escena desde Adán y Eva (Génesis 3:6), y la armonía se quebró, y la comunión se rompió y fuimos destituidos de Su gloria por cuanto todos pecamos (Romanos 3:23). Y se formó un vacío en nosotros que nada puede satisfacer ni llenar, y comenzamos a experimentar cosas extrañas a nuestra naturaleza, como enfermedades, malos deseos, muerte, homicidios, etc, etc, etc.
¿Por qué sufrimos? Por el pecado. Y no hay otra manera de quitar el pecado de en medio de nosotros y Dios si no es a través del sacrificio expiatorio de Jesucristo en la cruz del calvario (1 Pedro 2:24). Porque como dijo el Apóstol: no hay otro nombre dado a los hombres por el cual podamos ser salvos, sino solo Jesucristo (Hechos 4:12).
Los que hemos creído en Cristo tenemos una gran promesa: Él enjugará toda lagrima de nuestros ojos, y cuando estemos en su presencia ya no habrá llanto ni dolor (Apocalipsis 21:4). Ya no habrá pecado por el cual sufrir. Y volveremos a estar, como nuestro Creador nos diseñó: completos y plenos en Él.
Que este pensamiento te dé animo a perseverar en el Señor.
Gracias, muchas gracias
Amén, gracias por tu comentario Joseph.