La realidad del dolor
Sería ingenuo decir que no existe tal cosa como el dolor, es una realidad que nos toca vivir a cada ser humano que pisa este suelo de tierra. Todos sufrimos en mayor o menor medida, y esa es la consecuencia de la tragedia del pecado, que tiene como protagonista al hombre, desde el huerto del Edén. Todos conocemos a alguien que está pasando sufrimiento y aflicciones, puede ser una pérdida de un hijo, de un cónyuge; puede ser una enfermedad, y seguramente a muchos ese dolor los acompañará por el resto de sus días.
El dolor en la vida del creyente
El Salmo 88 nos lleva a través de la vida de un creyente que a diario vivía un sufrimiento sin descanso. Él mismo narra: «He estado afligido y a punto de morir desde mi juventud» (v.15). No solo por un periodo de tiempo, sino que desde joven ha pasado cada día en esa condición, al punto de exclamar: «Porque saturada está mi alma de males, y mi vida se ha acercado al Seol. Soy contado entre los que descienden a la fosa; he llegado a ser como hombre sin fuerza, abandonado entre los muertos; como los caídos a espada yacen en el sepulcro, de quienes ya no te acuerdas, y que han sido arrancados de tu mano», (vv.3-5).
Las imágenes que usa el salmista para describir su dolor nos muestran que su estado es moribundo, como si en una pila de cadáveres se hallara él, al parecer olvidado, sin esperanza de salir de allí con vida. El creyente puede llegar a experimentar en su vida los sufrimientos más grandes y profundos, enfermedades sin cura, y hasta la muerte llena de dolor; porque no es ajeno a esa realidad, aún vive en este mundo, aún está sujeto a un cuerpo de muerte donde mora el pecado (Ro. 7). Y que esto suceda no es para él señal de su perdición, sino de su humanidad.
Dios soberano e inmutable
Una de las cosas que más cautivó mi atención en este Salmo, es que el salmista no está mencionando al diablo como autor de su dolor y sufrimiento, no le echa la culpa a una legión de demonios que lo atormentan, sino que reconoce que Dios está por encima de todos los acontecimientos de su vida y que es Él quién ha permitido cada aflicción.
Recordar constantemente la soberanía de Dios es un consuelo en nuestro momentos más difíciles, Él sigue sentado en su trono, no ha dejado de reinar, no ha dado vuelta su rostro y se ha distraído por un momento. No, Él tiene sus ojos puestos en sus hijos (Sal. 32:8) y los rodea como su protector (Sal. 125:2). Nada pasa que Dios no permita que suceda. Vemos en la Escritura, que el mismo satanás tuvo que pedir permiso a Dios para tocar la vida la vida de Job (1:12).
¿Harás maravillas a los muertos?
¿Se levantarán los muertos y Te alabarán? (Selah)
¿Se hablará de Tu misericordia en el sepulcro,
Y de Tu fidelidad en el Abadón (lugar de destrucción)?
¿Se darán a conocer Tus maravillas en las tinieblas,
Y Tu justicia en la tierra del olvido?
vv.10-12
Esto es hermoso, en medio de todo su dolor, reconociendo que es el mismo Dios quien le ha determinado tanto sufrimiento para su vida, allí, en ese estado, el salmista le pide que le de vida para alabarlo, que le de vida para hablar de su misericordia, de su fidelidad, para contar sus maravillas y su justicia. ¡Qué maravillosa fe! ¿Has visto esa reacción? Vuelve a leer esos versículos y mira cómo un creyente debe responder siempre al dolor.
¡Dios no ha dejado de ser fiel, ni misericordioso, ni justo en medio de tu sufrir! ¿no es maravilloso? Puedes allí en ese dolor alabarle, puedes reconocer que él sigue siendo bueno a pesar de lo que vivas, que él tiene un propósito para su gloria con lo que ha permitido en tu vida, no es ajeno y jamás estará desatendiendo la necesidad de sus hijos. Él es el Padre por excelencia.
La mentira del «evangelio» de la prosperidad
No puedo dejar de pensar en la mentira que el llamado «evangelio de la prosperidad» le dice a sus fieles, que Dios no quiere su enfermedad, que Él quiere que todos sean ricos en bienes materiales y salud física, que ese es el mayor bien que Cristo compró en la cruz, y decir eso es una gran blasfemia. ¿Habrán leído estos falsos maestros el salmo 88? ¿Qué respuesta le darían al salmista? Creo que el salmista se levantará en el día del juicio contra los tales, porque su vida de sufrimiento fue el plan perfecto, bueno y agradable de Dios para su vida (Ro. 12:2).
El fin de todo dolor
Mira esta bendita esperanza que tiene todo creyente: «El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado», Apocalipsis 21:4.
Todo lo que vivió este salmista y todo el dolor que pueda vivir un cristiano en su vida tiene un fin. Y no un fin desdichado sino un fin de gozo, pleno gozo como jamás hemos experimentado en este cuerpo mortal. Tenemos la esperanza viva que aguardamos la venida de nuestro Señor Jesucristo, y estaremos con él para siempre, disfrutando de él por la eternidad.
«Toda la Escritura es inspirada por Dios» (2 Tim. 3:16), y el Salmo 88 está allí para mostrarnos al pueblo de Dios de todos los tiempos que:
- Podemos ser justos en Cristo y sufrir.
- Dios puede responder que no a nuestra oración por sanidad.
- En medio de ese dolor podemos alabar y glorificar a Dios.
- Dios es soberano por sobre todas nuestras circunstancias.
- Dios no ha dejado de ser fiel, misericordioso y justo.
A Dios sea toda la gloria.
No estoy tan deacuerdo con la parte de llevar una vida llena de sufrimientos, reconosco como dijo Job cuando perdio a sus hijos y todo lo que tenia cuando dijo:
Job 1:21 (LBLA)
Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo volveré allá.
El Señor dio y el Señor quitó;
bendito sea el nombre del Señor.»
Y yo le admiro por que se mantuvo fiel a Dios, aunque el creia que Dios se lo había quitado todo, pero en realidad Dios se lo permitió a Satanás, para probarle a Satanas que Job con o sin riquezas le era fiel, entiende, Job (igual que muchas personas) fue el medio que Dios usa para derrotar al enemigo y enseñarnos mediante estas personas que nada es posible mantenernos fiel a él, en cualquier circunstancia de nuestra vida, y al final que paso con Job que se mantuvo siempre fiel, acaso no se multiplico todo lo que perdió, hijos y bienes materiales, incluso vivió mucho más años.
Antes yo era una persona muy triste, pero desde que soy cristiano tengo una paz por dentro, que me hace ver las cosas, por mas dificiles que sean, de una manera pasajera, al igual que Job, se que no durara para siempre esa situación, si obedesco a Dios, no lo hago por la recompensa, o la corona de vida o los galardones, lo hago porque al igual que a mi madre, la quiero y la respeto, lo mismo es con Dios, lo quiero y respeto, solo es por eso.
La verdad no se por que lo llaman «Evangelio de la Prosperidad», solo puedo decirte que si creo que Dios nos protege y nos da deacuerdo a su proposito, si existe algun cristiano rico, es por que va a servir a los propositos de Dios, lo que Jesucristo aseguro fue que nunca nos va a faltar nada, mientras sea el reino de Dios lo primero que busquemos.
Y a modo personal puedo decir, tengo 27 años y no me e enfermado de nada grave hasta ahora, nunca me han asaltado, o sucedido un accidente en la calle, increiblemente en cada lugar donde trabaje encontraba cristianos y personas que desean escuchar de Dios.
Tal ves el Salmista pasaba por esos momentos de su vida tan criticos y desesperantes, pero no sabemos como le fue luego que escribiera ese salmo; a mi entender el a dejado una referencia para las personas que pasan por momentos dificiles y no encuentran la salida a su problema, o a personas que dudan verdaderamente si Dios existe, que atravezar esas circunstancias no son excusas para no seguir alabando a Dios.
Muchas gracias y Bendiciones a usted =)
Totalmente de acuerdo contigo Enrique. Dios te bendiga mucho y te siga utilizando. Paz